Hola compañeras y compañeros,
Soy Sofía De La Plaza, Psicóloga clínica chilena, y quiero contarles mi experiencia de un día vivido hace dos semanas, en Barcelona, en el Programa de Salud Mental Perinatal, perteneciente al Servicio de Psiquiatría del Hospital Vall d´ Hebron, cuyo equipo está conformado por la Psiquiatra Coordinadora Gemma Parramon Puig, el Psiquiatra Miguel Sandonis y la Psicóloga Perinatal María Emilia Dip.
Compartí con Emilia un día de su intensa agenda. Nos encontraros un lunes a las 10 a.m. en la entrada principal del Hospital Maternal. Yo estaba muy emocionada con el encuentro, estar ahí y poder ver en la práctica el trabajo diario del psicólogo perinatal en un centro hospitalario era un sueño que acariciaba hace mucho tiempo y en ese momento se plasmaba en mi vida ¡qué oportunidad me regalaban! Para mí era la posibilidad de hacer preguntas, aclarar dudas, ver las distintas áreas de trabajo, etc.
El encuentro con Emilia fue muy amoroso, me hizo sentir muy bien y me integró a su jornada laboral inmediatamente. Me invitó a su oficina, me explicó cómo era su trabajo ahí, sus funciones, las dinámicas dentro del hospital, etc. Pude observar, palpar y sentir el trabajo que ella realizaba a diario. Verla tratar a sus pacientes con tanta delicadeza, suavidad, y empatía me conmovió muchísimo, sobre todo al ver lo bien que se sentían las mamás a las cuales se acercaba, con quienes había creado importantes vínculos de confianza.
Ese día Emilia comenzó con una paciente que venía de forma ambulatoria a consulta individual y luego la acompañé a realizar una consulta a una paciente que estaba internada en el servicio de oncología. Pude presenciar una intervención que conmovió todo mi ser. Sentir esa atmósfera de contención y cuidado hacia una paciente, una mujer, bella madre, adolorida, cansada, que ya no podía más con su cáncer terminal y su hijita que se encontraba en neonatología, me impresiono mucho. Se generó un dialogo íntimo entre la madre y Emilia que conmovería a cualquiera que entrase a la pieza. Emilia estaba ahí con toda su dulzura, sosteniéndole su mano y hablando con ella. Ese es uno de los trabajos in situ que desarrollan los profesionales perinatales, siendo necesario todo lo que estaba sucediendo ahí para la tranquilidad emocional de esa madre. Fue ver cómo se detuvo el tiempo y sólo existían ellas. Esa madre quedó tranquila y disponible para el encuentro piel con piel con su hija, algo que ella tanto esperaba y que se logró gestionar gracias al trabajo de Emilia.
Ansiaba ver en la práctica, y no sólo desde la teoría, las distintas posibilidades de trabajo del especialista en salud mental perinatal, y ese caso me mostró distintos ámbitos en los que puede intervenir; estar ahí para la madre y todo lo que eso puede implicar; intervenir, contener y ser un nexo también con la familia de la paciente; ser el puente entre los profesionales de distintas áreas de la salud involucrados en cada caso, permitiendo así tomar decisiones integrales e interdisciplinarias que cuiden la salud mental de la paciente y su hijo o hija. Así, desde la mirada sistémica con que trabaja Emilia, se despliegan muchas intervenciones en paralelo para el bienestar de los pacientes y sus familias, siendo fundamental una aproximación no sólo desde el área ginecológica, sino que directamente desde el área de salud mental, y desde ahí relacionar todos los ámbitos involucrados.
Puedo decir que la experiencia vivida me hizo vibrar por completo, llenándome de oxitocina y de la ilusión de que eso también puede suceder en los hospitales de mi país, en la medida que los psicólogos perinatales demos a conocer nuestro trabajo y lo pongamos al servicio de las comunidades. Vuelvo remecida y llena de esperanza de que en un tiempo no muy lejano podremos ya comenzar a hacer pequeños grandes cambios en nuestros servicios de salud y, en especial, en lo relacionado con la salud mental durante esta etapa tan sensible. Sentí que debemos unir fuerzas para que la suma de granitos de arena se vea reflejada en las nuevas generaciones de profesionales que están al servicio de la mujer, su hijo o hija y su familia en esta etapa fundamental de la formación de la salud mental de las personas.
Quiero honrar con mi trabajo a mujeres como V y su hijita L, y estoy infinitamente agradecida de Emilia, Ibone, Isabel y al equipo de Salud Mental Perinatal del hospital por haber hecho esto posible.
Atesoraré por siempre ese día.
Sofía de la Plaza